En "Terminator 2: El juicio final", la icónica motocicleta Harley-Davidson juega un papel crucial en una de las escenas más memorables de la película. Como encarnación del individualismo rudo y la potencia bruta, el modelo Harley-Davidson Fat Boy, conducido por el personaje de Arnold Schwarzenegger, el T-800, se convierte en un símbolo de la acción de alto octanaje y la destreza tecnológica de la película. Esta escena captura perfectamente la esencia del personaje de Terminator: una fuerza implacable e imparable.
Acerca de Gordo 1990
La motocicleta de Terminator 2 es una Harley-Davidson Fat Boy, modelo que se presentó en 1990. Fue elegida por el T-800 (Arnold Schwarzenegger) como su vehículo en la película y fue utilizada en varias escenas icónicas, como la persecución en el río Los Ángeles y el salto sobre el puente. El Fat Boy negro con rayas rojas y adornos cromados tenía un motor V-twin de 1340 cc, un marco Softail y una funda de escopeta.
El Fat Boy se convirtió en un símbolo de la película y su éxito e impulsó la popularidad de la marca Harley-Davidson. Según los informes, se utilizaron cuatro Fat Boys en el rodaje de Terminator 2, pero solo uno de ellos fue montado por el propio Schwarzenegger. Esa bicicleta se vendió en una subasta en 2018 por 480.000 dólares. Se desconoce el destino de las otras tres bicicletas, pero algunos creen que una de ellas fue conservada por el doble de Schwarzenegger, Peter Kent. Artículos relacionados: Harley Davidson Street Glide 2024: un vistazo al futuro
Los emocionantes momentos de Fat Boy
Malo para los huesos
En la obra maestra cinematográfica "Terminator 2: El juicio final", la interpretación de Arnold Schwarzenegger del T-800 adquiere una Harley Davidson Fat Boy en una escena que desde entonces se ha convertido en emblemática de la genialidad cinematográfica. Mientras los acordes ásperos de "Bad to the Bone" de George Thorogood & The Destroyers llenan el aire, Terminator, en una exhibición dominante sin esfuerzo, reclama la motocicleta de su anterior propietario en un tenso encuentro en el bar. La motocicleta, una llamativa amalgama de elegante pintura negra y atrevidas telas a rayas rojas, tiene tanto carácter como el propio Terminator. Sus detalles cromados y su distintiva funda de escopeta capturan la esencia de la fusión de tradición resistente y guerra futurista de la película.
Persecución del río Los Ángeles
Durante la persecución por el río Los Ángeles en "Terminator 2: El día del juicio final", el rescate de John Connor por parte del T-800 es un momento decisivo de acción y precisión. La persecución, ya tensa, se intensifica rápidamente mientras John, en su ligera moto de cross, lucha por dejar atrás al T-1000, que se abalanza sobre él en una enorme grúa requisada. El T-1000, con su impulso implacable y su forma de metal líquido, es una amenaza inminente de la que escapar parece casi imposible.
A medida que el T-1000 se acerca, el T-800, montado en una Harley Davidson Fat Boy, entra en escena con autoridad. La motocicleta contrasta fuertemente con la moto de cross, pesada y potente, con su cromo brillando a la luz del sol. El T-800 maniobra hábilmente la bicicleta junto a John, igualando la velocidad con el ritmo frenético del niño. En un movimiento rápido, el T-800 extiende un brazo hacia John, quien lo agarra y lo sube a la parte trasera de la motocicleta.
La transición es fluida y, sin perder el ritmo, aceleran. El control de la motocicleta por parte del T-800 es impecable, incluso con el peso añadido de John en la parte trasera. Recorren el paisaje de hormigón del río, el motor de la bicicleta ruge mientras esquivan los escombros y navegan por el terreno. Mientras tanto, el T-1000 en la grúa es inflexible, chocando contra todo a su paso en un intento de alcanzarlo.
La persecución llega a un punto culminante cuando la T-800 descubre un camino estrecho que conduce a un puente. Con una sincronización perfecta, el T-800 acelera la Harley, sale de una pendiente y aterriza justo cuando la grúa, incapaz de igualar su maniobra, choca contra una divisoria de concreto y explota en una bola de fuego. El T-800 y John escapan por poco de una confrontación directa con el T-1000, gracias al pensamiento estratégico del T-800 y la potencia bruta de la Harley.
¿Por qué Harley-Davidson Fat Boy?
El Fat Boy representó la evolución del T-800 de un asesino a sangre fría a un protector heroico. En la primera película de Terminator, el T-800 montaba una Honda CB750 Nighthawk, una moto japonesa que era común y barata en ese momento. En Terminator 2, la T-800 se actualizó a una Harley-Davidson Fat Boy, una motocicleta estadounidense que era rara y costosa. El Fat Boy simbolizó la singularidad y el valor del T-800 como un cyborg reprogramado que podía desafiar su programación original y aprender a cuidar de los humanos.
El Fat Boy también reflejó la relación del T-800 con John Connor, el futuro líder de la resistencia humana. John Connor era un adolescente rebelde que idolatraba al T-800 como una figura paterna y un mentor genial. El Fat Boy era un vehículo perfecto para que el T-800 se uniera a John y le enseñara algunas habilidades, como conducir una motocicleta, usar una escopeta y decir "Hasta la vista, bebé". El Fat Boy también fue una forma para que el T-800 impresionara a John y se ganara su confianza y respeto, ya que John admiraba la fuerza y el estilo del T-800.
La Fat Boy también contrastaba con la motocicleta de la T-1000, una Kawasaki GPZ 1000 RX, que era una moto más rápida y ágil que la Fat Boy. La Kawasaki representaba la tecnología y la velocidad superiores del T-1000 como un cyborg de metal líquido que podía cambiar de forma e imitar a cualquiera. El Fat Boy, por otro lado, representaba la durabilidad y resistencia del T-800 como un cyborg de metal sólido que podía resistir daños y defenderse. La Fat Boy también tenía una apariencia más distintiva y memorable que la Kawasaki, que era una motocicleta genérica y sosa.
Final
La aparición de la Harley-Davidson Fat Boy de 1990 en "Terminator 2: El día del juicio final" no sólo personificó la estética futurista y enérgica de la película, sino que también consolidó su estatus como ícono cultural. El rugiente motor de la motocicleta y su elegante diseño complementaron el carácter de la T-800, simbolizando una combinación de potencia bruta y tecnología avanzada. Esta representación cinematográfica elevó el atractivo del Fat Boy e influyó tanto en los entusiastas de las motocicletas como en los fanáticos del cine.